Y en cuanto el descanso estibal nos lo permitió, nos pusimos a la obra y sacamos a respirar el aire puro de la pradera de Anleo a la chula, que de vez en cuando y sin que nadie nos escuchase me confesaba su añoranza por el pasto.La tarea fue más fácil de lo que me esperaba y aunque algun tiron de cuerda nos dió, pronto se calmo y nos permitió ver su fina y bonita figura!!!Un placer incalculable el verla arrancar y escoger sus propias hierbas!!!!!!!!
Muy guapa la Chula..¡¡¡vaya filetes y chuletones que va tener!!!.
ResponderEliminarEso de "allindar" fué un **deporte** que práctiqué mucho en mi niñez.
Mis hermanos y yo les enseñamos que con un silbido especial...subian del fondo del prado para la "boqueira del prao"...ver que queriamos.
si lo haciamos varias veces, subían de estampida para entrar a la cuadra....
¡¡qué tiempos!!
Diez muy dominadas las tenias pa que os entendiesen con un silbido!!!jejeje
ResponderEliminarjajaja...eran el juguete de aquellos tiempos. Y como no quedaba otro remedio más que hacer ese trabajo pues nos entreteniamos en enseñarles alguna cosa o igual nos parecía a nosotros que aprendían...y tan sólo era que llegaba la hora de volver para casa y lo intuían...jajaja
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